La nutrición clínica se centra en el manejo de condiciones médicas específicas a través de la alimentación, mientras que la dietética convencional aborda la promoción de la salud en general. La nutrición clínica normalmente requiere un enfoque más individualizado y especializado para tratar patologías como la diabetes, enfermedades cardíacas, etc, se podría decir que la alimentación forma parte del tratamiento.
La nutrición clínica puede ayudarte a controlar tu condición y sus síntomas al proporcionarte pautas alimentarias personalizadas que complementan tu tratamiento médico. Estas pautas están diseñadas para corregir deficiencias nutricionales, fortalecer el sistema inmunológico, mantener la masa muscular y mejorar tu vitalidad. Un plan nutricional adecuado puede ayudar a reducir los síntomas, mejorar tu calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones asociadas a tu condición médica.
En la mayoría de los casos, solo se requieren análisis de sangre u otras pruebas diagnósticas actuales, si ya las tienes, para programar una consulta. Sin embargo, dependiendo de la gravedad y la complejidad de tu condición médica, es posible que se necesite una revisión médica previa para obtener toda la información necesaria y garantizar un enfoque de tratamiento completo y efectivo.